• Es una ensalada de invierno con personalidad propia, que hoy en día se consume durante todo el año, nace en la huerta del Segura. La misma se hacía con el sobrante de la elaboración de la conserva.
  • 500 g de tomate enteros de conserva
  • 1 cebolleta grande
  • 2 latitas de atún en aceite de oliva
  • 100 g aceitunas negras sin hueso
  • 2 huevos
  • Aceite de oliva
  • Vinagre de vino
  • Sal
  • Acompañamiento
  • Galleta de pan marineras

Cocer los huevos, dejarlos enfriar pelarlos y picarlos.

Abrir la lata del tomate y escurrirlo picarlo en trocitos.

Pelar la cebolla y picarla en juliana.

En un bol añadir todos los ingredientes con el atún desmenuzado y su aceite.

Aliñar con aceite, vinagre y sal.


J. M. Occhi - 21 · Octubre - 2020

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Mucho se ha dicho y escrito sobre las hazañas de los grandes navegantes del pasado, sobre su atrevimiento y tenacidad. Sin embargo, se sabe menos de la vida de los marineros durante la navegación, de los miedos que debían dominar, de la alegría que sintieron al volver a ver tierra firme. Menos aún se sabe qué tipo de pan comían. Además de la galleta de marinero durísima. ¿Conseguían cocinar un pan de vez en cuando? ¿Con qué se alimentaba el fuego? ¿Con madera escasa a bordo o con carbón insuficiente? De un mar a otro, de un puerto a otro, el pan era diferente, y las galletas de marinero también eran diferentes