• Una verdura invernal pero que la encontramos durante todo el año nos dará no solamente un plato que consumimos en Navidad, hoy la comemos con la clásica forma, pero añadiéndole a más las nueces y piñones. Sera ideal como primero o acompañamiento de otro plato.
  • Ingredientes para la receta:

  • 1 lombarda de 1 k aproximado, 2 manzanas verdes, 100 g de pasas, nueces y piñones a voluntad, agua para la cocción y sal.

  • Preparación y cocinar:

  • Poner a remojo las pasas y las nueces. Picar la lombarda en juliana y lavarla. Pelar las manzanas y cortarlas en trozos. Alternar en una cazuela capas de lombarda, manzanas, pasas, piñones y de nueces con láminas de mantequilla hasta terminar, con todos los ingredientes. Cubrir con agua y cocinarlo con un poco de sal a fuego medio. Comprobar que este cocida la lombarda y escurrir. Es ideal para acompañar carnes asadas y aves, sobre todo el pavo.


    J. M. Occhi - 20 · Junio - 2023

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    Lombarda Hojas rojas y sabor único, todo lo que debes saber sobre la col lombarda, es parte de la familia Brassicaceae, un gran grupo de vegetales que incluye muchos vegetales, incluidos el brócoli, las coles de Bruselas, el repollo y la mostaza negra. Sus primeros conocimientos datan de los egipcios, desde el año 2500 antes de Cristo. Si bien su origen es desconocido, parece que comenzó a darse a conocer en la zona Mediterránea. Entre estas plantas, la col lombarda destaca por su color que llama la atención de inmediato, pero también es rica en propiedades que la convierten en una hortaliza apta para cualquier tipo de dieta.Es una hortaliza que se presta a diversos usos en la cocina, se pude consumir cruda en ensalada, cocida o en otros platos.


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    Los piñones Son las semillas de los pinos, en particular del pino piñonero (Pinus pinea), y tienen un sabor muy delicado, diferente al de cualquier otra almendra. Fruto considerado muy preciado también porque tarda tres años en madurar, y treinta kilos de piñas ofrecen sólo un kilo de piñones. Los frigios, pueblo originario de Anatolia central, ya en el 1100 a. C. adoraban el pino no solo por su belleza siempre verde, sino también porque proporcionaba frutos con los que preparar un vino embriagador. En la cocina, los romanos acompañaban el aroma de los piñones con el queso, y Apicio los recomendaba como ingrediente para la elaboración de salsas, carnes o rellenos. Casi mil años después, el médico y filósofo árabe Avicena (siglo XI) dictaminó con autoridad que los piñones aumentaban el esperma y provocaban el coito. Según una declaración de Platina, la confianza en las virtudes afrodisíacas de estos frutos creció enormemente entre los siglos XV y XVI: