• Un postre de la cocina Austriaca que las familias lo hacen en las fiestas especiales, a unos reposteros como estos no se les puede pedir más.
  • 325 g de harina
  • 150 ml de leche templada
  • 75 g de mantequilla
  • 40 g de azúcar
  • 5 g de levadura fresca
  • 1 huevo
  • Una pizca de sal
  • Relleno y decoración
  • Mermelada para rellenar: ciruela,
    fresa, melocotón, naranja...
  • Azúcar glas para decorar

Diluir la leche con la levadura fresca durante 10 minutos.

Mezclar el huevo, la mantequilla, el azúcar y la sal en un bol.

Incorporar a la amasadora la harina y la leche, de poco en poco, hasta obtener una masa homogénea.

Sacarla, hacer una bola, ponerla en un bol engrasado con un poco de aceite, tapar y dejar que repose una hora o hasta que doble su volumen.

Limpiar y enharinar la mesa de trabajo, dividir la bola en doce partes de 50 g unidad aproximadamente, hacer bolas con las manos y aplastarlas con la palma.

Colocar en su interior una cucharadita de la mermelada elegida.

Cerrarlas como un saquito y colocarlas en una bandeja engrasada con mantequilla con la parte cerrada hacia abajo.

No juntarlas mucho porque se unirán ellas solas al levar.

Derretir un poco de mantequilla y pincelar las bolas por encima.

Cubrir de nuevo y dejar que reposen durante 30 minutos.

Precalentar el horno y hornear el tiempo y a la temperatura estimados.

Sacar del horno, dejar que se enfríen y espolvorear con azúcar glas.

© J. M. Occhi - 2013 · 2018