300 g de alubias blancas, 1 cebolla, 2 dientes de ajos, 2 hojas de laurel, 1 zanahoria pequeña, 1 pimiento verde, ½ pimiento rojo, 3 huevos, tomatitos cherry, rabanitos, aceitunas negras, 1 latita de maíz dulce, aceite de oliva, vinagre (opcionalmente), agua para la cocción y sal.
Orégano o perejil
Remojar las judías con la antelación indicada. Cocer los huevos pelar picar y reservar. Lavar y desvenar los pimientos y picarlos. Pelar la zanahoria y cortarlo en daditos. Pelar la cebolla y los ajos, picarlos y sofreírlos en aceite, incorporar los pimientos y la zanahoria con las hojas de laurel. Incorporar las judías blancas, cubrir con el agua necesaria, salar y cerrar la olla. Cocinar el tiempo indicado, dejar enfriar y abrir. Escurrirlas y dejarlas enfiar totalmente. Lavar los tomatitos y los rabanitos y cortarlos los primeros en gajos y los segundos en redondeles. En una fuente incorporar las alubias, el maíz escurrido el huevo aliñar un poco y mezclar. Finalmente decorar con los tomatitos, rabanitos y aceitunas regar con un filio de aceite y un poco de sal. Espolvorear todo con orégano o perejil y servir individualmente.
J. M. Occhi - 26 · Junio - 2023

Judías blancas o alubias Para conocer la historia y el origen de las alubias no solo es necesario cruzar el “charco”. También hay que retroceder en el tiempo y remontarse al siglo XV. Concretamente al año 1492 y posteriores, tras uno de los descubrimientos más importantes de esta época de la Historia: el descubrimiento de América. Las judías o alubias son una planta anual que pertenece a la familia de las leguminosas Papillonaceae . La parte comestible de la planta son las semillas (de hecho, las judías) pero también existen variedades “come todo" como las judías verdes y los tirabeques, cuyas vainas también son comestibles. Las judías o alubias son una de las legumbres más consumidas actualmente en España, pero no siempre han estado presentes en la dieta de los españoles.

Rabanito El rábano se presenta en su variedad más extendida, de forma redonda, de color rojo oscuro, con pulpa interna blanca y hojas verdes. El sabor a rábano es distintivo y ligeramente picante; sus hojas son comestibles. Tiene un ciclo vegetativo bastante corto; de hecho, su cosecha tiene lugar apenas han pasado tres meses desde su siembra. Está compuesto fundamentalmente por agua y sus nutrientes son sodio, potasio, hierro, calcio, fósforo, vitaminas B y C, proteínas e hidratos de carbono. En la cocina se comen principalmente crudos o como acompañamiento en ensaladas, pero también es posible degustarlos cocidos: en este caso adquieren un sabor delicado y se convierten en protagonistas de sopas o tortillas, pero también de las hojas se cocinan en cremas, salsa de pesto o chips.