• Esta pasta con forma de oreja es muy adapta para usarla con la salsa de brócoli y anchoas pero para darles otro sabor le añadimos un queso azul..
  • 320 g de pasta
  • 500 g de brócoli
  • 3 dientes de ajos
  • 3 latitas de anchoas
  • 75 g de queso azul
  • Aceite de oliva
  • Agua para la cocción
  • Sal

Lavar el brócoli, separar las florecitas.

Cocearlo en abundante agua con sal y cuando empiece a hervir añadir la pasta, dejarla al dente.

Mientras pelar los ajos y filetearlo.

Sofreír en aceite los ajos y añadir las anchoas troceadas y dejar que se deshagan.

Escurrir la pasta y saltarla en la salsa preparada y añadir el queso desmenuzado y remover para que se deshaga.

Servir caliente.


J. M. Occhi - 26 - Abril - 2022

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La pasta emblemática de la gastronomía de Apulia se prepara con una masa muy sencilla a base de harina, agua y sal, y su nombre deriva de la forma que recuerda a las orejas pequeñas. Las orecchiette se difundieron en Apulia entre los siglos XII y XIII, especialmente en Bari, donde todavía se les llama en dialecto "strasc'nat", literalmente "strascinati", por la costumbre de "arrastrar" la pasta sobre una mesa con el dedo. para obtener la clásica forma redonda y cóncava.


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El brócoli se deriva del latín brachiolum, diminutivo de brachium o brazo, rama para recordar la forma del brócoli o el árbol joven. Los primeros cultivos de brócoli se encontraron en Asia Menor y desde allí fueron llevados a la cuenca mediterránea por los marineros. En Francia, se han encontrado pinturas que representan nabos en las paredes de algunas cuevas: los antiguos romanos se referían al brócoli como los cinco dedos de Júpiter, para subrayar su enorme valor nutricional y curativo.


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Su sabor y su color provienen de la presencia de un hongo característico: el Pénicilium roquefort, resultante a su vez del moho de un pan de centeno llamado “pan de Roquefort”. Para producirlo, o bien se inocula la leche o la cuajada, antes de elaborar un queso, o bien se "espolvorea" el propio queso, en el momento del moldeado. Para asegurar una buena penetración de la seta en el interior de la masa, se perfora con una serie de agujas. Luego, se deja desarrollar (algunos dirían que se pudre) en una cueva a la temperatura y humedad ideales. Aunque existen en otros lugares, en Inglaterra y Quebec, los más famosos son el francés. El más emblemático es sin duda el Roquefort, producido en un pequeño pueblo del mismo nombre en Aveyron... Su producción está protegida desde el siglo XV por un decreto del rey Carlos VI.